
Felicidad es un libro de esos que te invitan a subrayar sus frases. Tiene expresiones tan perfectas y vivas que es imposible que te pasen por alto. De todo aquello que me llamó la atención quiero destacar algo que parece muy lógico pero que nunca nadie había expresado de una manera tan precisa: “El amor no puede conservarse para siempre en tercera persona del pretérito perfecto”. Solo por este tipo de afirmaciones vale la pena hacer un paréntesis en la lectura de novelas largas y adentrarse en los relatos de Lavin.
El libro lleva el nombre del primero de los cinco relatos que lo componen. Las historias están ambientadas en Irlanda y explicadas de manera ágil y sencilla, sin grandes maniobras literarias ni aspavientos. Una vez más lo importante de lo relatos cortos no es qué pasa, sino el cómo pasa, cómo se desarrolla la acción y, aún más importante, cómo se cuenta. Y Lavin lo cuenta muy bien, describiendo situaciones del día a día con destreza y sigilo, usando las palabras justas y símiles perfectos. Por poner un ejemplo, la autora nos deleita con una descripción sublime de la solemnidad diciendo “Indiferente a todo, avanzó sola por el pasillo, como si fuera una novia” y por un momento cualquier lector se imagina la expresión de la cara, la manera de moverse, e incluso el paso y el tempo de esta persona que se pasea por la iglesia.
Sin duda es un libro que me llevaría a la playa para disfrutar de una tarde de verano, o lo abriría mientras espero en un café a cualquiera de mis amigas de esas que siempre llegan tarde. Porque este es uno de esos libros que te hacen sonreír de felicidad. Y según Lavin :
“La felicidad destierra el dolor, igual que el fuego consume el fuego”
Me lo apunto para leer… me gustan los relatos y por lo que cuentas… es de lo que quiero tener para saborear con un café. Gracias por decubrirmelo 🙌🏻
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